Esto detona el desarrollo de los procesos educativos, sin duda el alumno y siempre el alumno es el centro y solo en beneficio del mismo se deben diseñar los fundamentos y procesos educativos para que la educación tenga coherencia en el país.
Cuando se atienda no solo los asuntos laborales y administrativos sino al proceso educativo podremos tener una verdadera reforma que responda a las necesidades de la actual sociedad, y que produzca el cambio no solo en el aprendizaje sino en la enseñanza impartida por el maestro, en su formación, su desempeño y su imagen tan deteriorada en la actualidad, para que recupere el verdadero sentido de su profesión de maestro.
Mtra. Araminda Turrent Rodríguez
